Los trabajos de construcción, de infraestructuras y de edificación de la vía pública pueden o no ser civiles. Hay determinadas diferencias entre obra civil y obra pública que merece que se tengan en cuenta. Por ello, definiremos tanto una como otra y además te explicaremos cuáles son las distinciones que se deben hacer entre ellas. De hecho, si estás pensando en hacer una obra y no sabes qué categoría tiene, podrás saberlo después de esta comparativa. ¡Vamos allá!

DEFINICIÓN DE OBRA CIVIL Y OBRA PÚBLICA

Obra civil: Una obra es una “acción” realizada por el ser humano. En este caso, las obras han pasado a referirse a la construcción de edificios o infraestructuras. En un sentido más amplio, una obra civil puede ser un acto de remodelación. El término civil alude a todas las obras realizadas para los ciudadanos o la ciudad. En derecho, la palabra civil está vinculada a la pertenencia de las relaciones e intereses de tipo privado.

Una obra civil es aquella que se desarrolla con infraestructuras que van dirigidas a la población. Las obras civiles pueden ser carreteras, represas, puentes o alcantarillado, por ejemplo.

Obra pública: La obra pública engloba a todos aquellos trabajos de construcción que han sido planificados e implementados por la administración del gobierno. Se incluye en estas las infraestructuras de transporte (público), las infraestructuras hidráulicas públicas, las calles, los parques, el alumbrado públicos y los edificios públicos de corte sanitario, educativo u oficinas, entre otros.

LAS PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE AMBAS

Si esta terminología te ha resultado absolutamente confusa, ¡No te preocupes! Es algo natural ya que la industria de la construcción emplea ciertos conceptos derivados del derecho. Lo cierto es que hay una línea muy estrecha entre obra civil y obra pública y, de hecho, hay ciertas obras que son civiles y públicas al mismo tiempo. ¿Cómo podemos aprender a diferenciarlas? Para que nos aclaremos, despejamos ciertas confusiones a continuación.

Una obra pública siempre es civil porque las obras públicas engloban todos aquellos servicios que están al servicio de los ciudadanos a través del gobierno. Por este motivo, resulta fundamental tener en cuenta que, en ocasiones, una obra civil será una obra pública pero que no siempre se da al contrario.

Una obra civil puede ser obra privada. Aunque no hemos hablado de esta tercera modalidad de obra, la privada, existe y se debe tener muy en cuenta. Se entiende por obra privada aquella que se promueve por una persona o por una organización no gubernamental. Esto suele beneficiar a los dueños y en raras ocasiones están abiertas al público sin tener que pagar por el uso.

Es el caso de las autopistas (aunque, en algunos casos, las autopistas han tenido financiación pública pero la gestión queda en manos de un organismo privado). Así pues, el ciudadano paga por el acceso y la utilización de este tipo de carreteras.

En el caso de las obras civiles, estas pueden ser llevadas a cabo por una comunidad de vecinos, por ejemplo, que decide tener un parque infantil en el terreno para el disfrute del colectivo. La obra civil y la obra pública están absolutamente vinculadas, aunque en el primer caso no siempre se da que sea pública mientras que las obras públicas siempre son obras civiles por defecto.

Por último, te recomendamos que, ante la duda, recurras siempre a una asesoría que pueda ayudarte a la hora de conseguir una mayor consolidación para realizar una obra civil de manera privada.